Bonitos días los que hemos vivido esta última semana en la Parroquia de San José de Mérida.
La Hermandad Sacramental y Penitencial de la Sagrada Cena y Ntra. Señora del Patrocinio ha querido, en torno a la Solemnidad del Corpus, fiesta que ha de ser central de, y en, nuestra Cofradía, celebrar una semana, la primera, Eucarística.
Comenzaba el 26 de mayo con la solemnidad de la Santísima Trinidad, fiesta en la que celebramos a nuestro Dios cuál es, Uno y Trino en las personas, fiesta que nos dice que Dios vive en unidad y con un mismo amor, por lo que es modelo para toda Hermandad, en cuanto que, nos dice, también a nosotros, que hemos de vivir unidos, en comunión y bajo el mismo amor que nos viene de Él mismo.
Para esta semana Eucarística, la parroquia se engalanaba y colocaba a su titular, Jesús del Amor, en el retablo central, a la derecha del Jesús presente en el sagrario, adornado con hojas de vid y espigas. Lucía la Imagen, con gran esplendor
Desde el miércoles hasta el viernes, se celebró un Triduo en honor a Cristo Eucarístico, presidido tanto por D. Iván como por mi mismo. Siguiendo la misma palabra de Dios, hablamos de lo que Jesús quería para sus discípulos, que deberíamos ser los últimos si queríamos ser los primeros, el modelo, el mismo Jesús, pues, como resaltó D. Iván, “no vino a ser servido sino a servir y dar su vida por nosotros”. El último día, coincidiendo con la Visitación de la Virgen, les hablé, nuevamente del servicio, a modelo de nuestra madre, que se puso en camino, a pesar de las adversidades, para ayudar a su prima que la necesitada, eso mismo hemos de hacer nosotros, para lo que me vino bien la primera lectura, de la que les dije que debería ser de lectura obligada para todo Cofrade, pues, dice San Pablo, “que nuestro amor no ha de ser fingido, que nos amemos cordialmente y estimemos a los demás más que a nosotros mismos, para ello, nuestro motor, la oración que nos hará estar alegre en la esperanza y fuertes en la adversidad”.
El segundo día del Triduo, al terminar la Eucaristía, tuvimos un gran concierto, llevado a cabo por el coro “D. Manuel Domínguez”, dirigido magistralmente por quien es su director actual, D. Ángel de Miguel Jiménez. Cantos todos Eucarísticos, introducidos por este humilde presbítero que, invitaba a los asistentes, un gran número, a que no sólo lo escuchasen con el sentido del oído, sino desde la fe, haciendo oración mientras escuchaban. Obras de Inocencio IV, o de Lorenzo Perosi, cuya letras era de Tomas de Aquino, de Frisina, de Haydn, o música de Luisina Moffino, o composiciones del que fue el fundador del coro, D. Manuel Domínguez. Todas, las piezas, magistralmente interpretadas.
Gran 1ª semana Eucarística de la Hermandad de la Cena, de la que, ser, vale la pena. Y, todavía, antes de terminarla, con la Emeritense procesión del Corpus, el sábado, 1 de junio, procesionamos a nuestro titular, nuestro Jesús del Amor, a las 18 h., por las calles de “su” barriada para poner el colofón a esta 1ª Semana Eucarística de la Sacramental y Penitencial Hermandad.
Sólo me queda dar gracias a la Hermandad por su esfuerzo, tesón, alegría y amor con el que han vivido, cada uno en sus posibilidades, esta Semana. Y, ante todo, elevo mi gratitud al Dios del Amor por estos hermosos días que nos ha regalado.
Gracias de corazón.
Rafael Navarrete Álvarez