El Corpus Chico, según…….

La del alba sería cuando ya había mujeres y hombres de la Sacramental Hermandad de Mérida ultimando los detalles del Paso de Jesús del Amor que procesionan por las calles de su barriada. El portalón de la Hermandad se abrió pronto para que los fieles pudieran contemplar el Paso ya preparado, su señorial y solemne porte, exorno vegetal sencillo y brillo de faroles, estandartes y cirios. Tras finalizar la Eucaristía en San José, el Paso a la voz de su capataz, Pablo, y con la firmeza y aplomo de la contraguía, Tania, fue izado al cielo de Mérida para que con sangre, sudor y lágrimas solo Jesús del Amor se luciera. Y bien que lo hizo a los sones de la Agrupación Musical de Oliva de Mérida y con un silencio en la procesión que barruntaba el himno eucarístico “Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias, a Ti se somete nuestro corazón por completo y se rinde totalmente al contemplarte”. Muchos fieles portando cirios acompañaban al Paso que, majestuoso, enseñorea la imagen de Jesús del Amor con ese rachear tan característico que la Sacramental Hermandad de Mérida imprime a su “barco” y a su Palio del Patrocinio; Señora que esperaba paciente a su Hijo en el templo de San José. Durante su recorrido, el Corpus Chico de Mérida, adoración a la Eucaristía que promueven La Cena y la parroquia de San José, eran el epicentro, antesala y el cielo de las vísperas de una fiesta tan tradicional y acendrada en Mérida como es el Corpus Christi.

Este Corpus Chico trasciende en su dignidad y estética el sentir de creyentes y no creyentes pues su procesionar por las calles bimilenarias inunda de un sentimiento que no se puede definir. La víspera del Corpus en Mérida se ha convertido en una importante fiesta en esta barriada que antecede a la gran festividad de los cristianos. La Sacramental Hermandad se engalana, exhibe su patrimonio durante este paso efímero y es una ocasión especial para vivir la tradición y religiosidad emeritense con una atmósfera festiva y solemne que atrae a fieles y visitantes.

Tras la procesión eucarística del Corpus Chico, la imagen de Jesús del Amor fue bajada del Paso y colocada en el presbiterio de San José desde donde presidirá el Triduo Eucarístico que está teniendo lugar esta semana y celebraciones litúrgicas de este templo.

Rafael Angulo Sanchís.

Facebooktwittermail